"Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis.
Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo.
No me adaptaré al mundo. Me adapto a mí misma."

.........................................................................Anais Nin

11/11/09

Conxuro (dedicado a ellas dos)

Mouchos, coruxas, sapos e bruxas.
Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas.
Corvos, pintigas e meigas, feitizos das mencinheiras.
Pobres canhotas furadas, fogar dos vermes e alimanhas.
Lume das Santas Companhas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.
Oubeo do can, pregon da morte, foucinho do satiro e pe do coello.
Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.
Averno de Satan e Belcebu, lume dos cadavres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernales cus, muxido da mar embravescida.
Barriga inutil da muller solteira, falar dos gatos que andan a xaneira, guedella porra da cabra mal parida.
Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemella ao do inferno, e fuxiran as bruxas acabalo das sas escobas, indose bañar na praia das areas gordas.
¡Oide, oide! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no agoardente, quedando asi purificadas.
E cando este brebaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento.
Forzas do ar, terra, mar e lume, a vos fago esta chamada: si e verdade que tendes mais poder que a humana xente, eiqui e agora, facede cos espritos dos amigos que estan fora, participen con nos desta queimada.

18/9/09

Queimada- Maria Rosa Lojo


La queimada es un brebaje de alcohol, frutas y miel que arde en la primera noche del invierno para que el fuego de los inmortales pase a las venas de humanas criaturas y con su eterno Mal y su fuerza radiante las proteja de los mezquinos males transitorios.
La receta se aplica en forma ilícita, ya que está patentada en los Infiernos, y su obtención fue producto de la astucia y el robo. Pero como Satanás se halla al margen de toda ley y Dios se divierte con sus pequeñas derrotas ningún mortal fue ni será sancionado jamás por encender las llamas azules cuando se apagan todas las otras luces del cuarto. La semilla del fuego demoníaco empieza entonces a crecer en el pote de barro y a verterse en las tacitas que se levantan.
Su dulzura quemante limpia a los hombres de los malos sueños y las pasiones inútiles y la envidia que sienten unos hacia los otros. El efecto embriagador dura hasta después del amanecer, modifica el sentido recto de las palabras y tuerce la dirección de las pisadas obedientes. Los bebedores envían entonces sus sombras lavadas y planchadas por los caminos del trabajo, y brillan en las copas de los pinos, flotantes e inasibles como los fuegos fatuos.

24/8/09

Muñeca rota- María Victoria Atencia


¡Qué me intenta decir tu deterioro? Vente,
muñeca frágil y doliente y herida,
sin faldones que cubran tu cuerpo descompuesto,
sin un alma mecánica que te cubra, desastre
de los años y el trato.
No me aparté de ti; nos apartaron
convenciones y usos: no era propio quererte,
y hoy pienso que otras manos te han mecido en exceso.

18/8/09

Se soñó posible- María Gabriela Piccini


"...quien solo sueña lo posible tiene la oportunidad real de la verdadera desilusión"

Fernando Pessoa




Se soñó posible,



creyó frente a su espejo

en la ilusión de la verdad,

en la máscara falaz del infalible .

Compartió sepultura con ciegos y creyentes.



Se durmió profundo,

cedió su lecho a fantasmas,

a imposibles y a sus sombras.

Anidó en la incertidumbre,

la pena y el abismo.

Desde entonces muere

pariendo tajos entre sueños.


8/8/09

Hija del viento- Alejandra Pizarnik


Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.

Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.

Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.




Gracias Lilya Nuratis!, por el poema y el premio musical!!: http://www.lilyanuratis.blogspot.com/

5/8/09

Carta lírica a otra mujer



Vuestro nombre no sé, ni vuestro rostro
conozco yo, y os imagino blanca,
débil como los brotes iniciales,
pequeña, dulce... Ya ni sé... Divina,
en vuestros ojos, placidez de lago
que se abandona al sol y dulcemente
le absorbe su oro mientras todo calla.



Y vuestras manos, finas, como aqueste
dolor, el mío, que se alarga, se alarga,
y luego se me muere y se concluye
así, como lo veis, en algún verso.



Ah, ¿sois así? Decidme si en la boca
tenéis un rumoroso colmenero,
si las orejas vuestras son a modo
de pétalos de rosa ahuecados...



Decidme si lloráis, humildemente,
mirando las estrellas tan lejanas
y si en las manos tibias se os duermen
palomas blancas y canarios de oro.



Porque todo eso y más, vos sois, sin duda
vos, que tenéis el hombre que adoraba
entre las manos dulces, vos la bella
que habéis matado, sin saberlo acaso,
toda esperanza en mí... Vos, su criatura.



Porque él es todo vuestro: cuerpo y alma
estáis gustando del amor secreto
que guardé silencioso... Dios lo sabe
por qué, que yo no alcanzo a penetrarlo.



Os lo confieso que una vez estuvo
tan cerca de mi brazo, que a extenderlo
acaso mía aquella dicha vuestra
me fuera ahora... Sí, acaso mía...



Mas ved, estaba el alma tan gastada
que el brazo mío no alcanzó a extenderse:
la sed divina, contenida entonces,
me pulió el alma....Y él ha sido vuestro!



¿Comprendéis bien? Ahora, en vuestros brazos
él se estremece y le decís palabras
pequeñas y menudas que semejan
pétalos volanderos y muy blancos.



¡Oh, ceñidle la frente! ¡Era tan amplia!
Arrancaban tan firmes los cabellos
a grandes ondas, que a tenerla cerca,
no hiciera yo otra cosa que ceñirla!



Luego dejad que en vuestras manos vaguen
los labios suyos; él me dijo un día
que nada era tan dulce al alma suya
como besar las femeninas manos...



Y acaso, alguna vez, yo, la que anduve
vagando por afuera de la vida,
-como aquellos filósofos mendigos
que van a las ventanas señoriales
a mirar sin envidia toda fiesta-

me allegue alguna vez a vuestro lado
y con palabras quedas, susurrantes,
os pida vuestras manos un momento,
para besarlas, yo, cómo él las besa...



Y al recubrirlas, lenta, lentamente,
vaya pensando: aquí se aposentaron
¿cuánto tiempo, sus labios, cuánto tiempo
en las divinas manos que son suyas?



Oh, qué amargo deleite, este deleite
de buscar huellas suyas y seguirlas
sobre las manos vuestras tan sedosas,
tan finas, con las venas tan azules!



Oh, que nada podría, ni ser suya,
ni dominarle el alma, ni tenerlo
rendido aquí a mis pies, recompensarme
este horrible deleite de ser mío
un inefable, apasionado rastro...



Y allí en vos misma, sí, pues sois barrera,
barrera ardiente, viva, que al tocarla
ya me remueve este cansancio amargo,
este silencio de alma en que me escudo,



este dolor mortal en que me abismo
esta inmovilidad del sentimiento,
que sólo salta bruscamente cuando
nada es posible!

Alfonsina Storni

3/8/09

-Tú No Estarás-



Tú no estarás. Ya no.
En la última tarde tu mirada tenía
un dolor a jardines descuidados,
una luz huidiza y astillada,
un caminar de hombre con mirada de trapo,
y un corazón tartamudo.

Llevabas un temblor de naufragio y una venda en los ojos.
El temblor también es una forma de mirar.
Y tú temblabas mientras tu luz caía.
Crepitar es caer. Pero hacia dentro.

Estaba requiriendo una llamada.
Estabas demorándote
en aquellos días primeros del verano,
contra un presentimiento de invernadero triste,
de sangre requisada.

Perdido en las aduanas del corazón.
Supe que te morías por tus ojos.
Esos ojos que eran
con dolor a madera,
con sabor a manzanas,
párpados de cobre
como cofres de lluvia
que se abrían con lástima.

Ahora todo es ausencia.
Los pájaros que encuentro,
el crujir de la tierra sobre la mansa lluvia,
el llanto de los niños detrás de las palabras.

A veces el pensamiento se ensombrece de pronto
y declina el mundo aún más deprisa
y nos sobreviene una noche destemplada, una herida negra.

Sé que me buscaste.
En esa larga noche de imperdibles sin rumbo,
en el instante mismo en que tu cuerpo
se astilló para siempre
y tu llama empezaba a ser fractura,
témpano,
camisa desplomándose.

El verano se acaba.
y los recuerdos ruedan
sobre los empedrados negros
como regueros de sombra.

Y es cierto que tal vez puedas vivir años y años
sin regresar de una sonrisa

Y tú estás regresando
con el verdor de los arces en la lluvia
sobre la claraboya más blanca de la luz.

Y tu frente ha tomado
la difícil transparencia del brezo o la retama.

Y veo descarriarse de pronto
aquel ovillo de lana triste
que fue toda mi infancia,
aquella habitación de costurera
aquel balcón solaz
que de muy niña

se asomaba al clamor hirviente de las calles,
y ahora lo veo todo
irse desmadejándose encima de tu cuerpo,
detrás
detrás
detrás
y todavía

mi pequeño puñal de niña sin palabras,

DEPRISA,
MÁS,
CAER
Y SIN EMBARGO,
un cuerpo que se rompe,
EL CABO FINAL DE LA MADEJA,
aquel reloj de arena creciendo
desmesuradamente

mientras cae
cada pequeña muerte en granazón,
y todas se reúnen,
y la arena se agranda
hasta cubrir toda la habitación
con un murmullo seco de sombras alejándose.

En este sueño, padre,
puedo verte jugando con mis manos.
Cuando las manos eran cálidas y obradoras.

Lápices de ternura,
que nos llevaban siempre a emborronar los sueños.



De "El jardín navegable" 1990
Rosana Acquaroni